domingo, 20 de septiembre de 2009

DE GUIRIS POR DELHI...







Tal y como habíamos contratado, nuestro chofer-guía se presentó en el hotel a las 8 de la mañana. A simple vista se veía un buen hombre, con los ojos azules(aunque Merxe opinaba que estaban podridos…) y bastante seco. Buena la verdad es que aquí es casi tan raro ver a alguien gordo como a más de dos mujeres seguidas en 15 minutos. Cual fue nuestra sorpresa al descubrir que nuestro taxi era un carraco que parecía sacado de la serie cuéntame, pero con aire acondicionado, lo cual se agradece mucho en una ciudad tan, tan, tan calurosa como esta.
Nuestra primera visita fue ,el India gate, un peazo de arco que conmemora la muerte de los soldados indios en la guerra de la independencia con los británicos, justo al final de la mayor avenida de Delhi la cual comienza, como no, en la casa presidencial, por cierto Zapatero es un pringaete, menuda choza, me cago en el palacio de la Moncloa…


Siguiente parada, el mausoleo de xxxxx. Es curioso comparar la cantidad de metros y metros cuadrados de jardines que rodean este tipo de monumentos aquí y lo “apretaos” que viven en la urbe los indios. Ah, impresionante sablazo que nos pegaron para entrar, aunque, la verdad, mereció la pena.
Como no, había que visitar un templo, y el que se supone que es más moderno aquí es el Loto temple, que me recordó mucho a la ciudad de las ciencias, muy bonito por fuera pero bastante insípido por dentro, aunque no me imagino entrando al templo de nuestra “diosa”, doña Rita Barberá, descalzos obligatoriamente con el suelo quemando de la hostia.


La última andanza que nos tenía preparada Sing (el de los ojos podridos) transcurría por la vieja Delhi, y el Red fort era su punto clave. Tras intentar colarnos otro guía-taxi en bicicarro, ya que por esta parte no pueden circular coches, decidimos que ya estaba bien de ir de guirufos, y que preferíamos buscarnos la vida caminando…y no teníamos ni idea de lo que nos esperaba. El fuerte muy bonito, con sus murallas, sus monumentos, sus indios mirando a Merxe descaradamente pese a mi careto de novio matón, bueno a Merxe y a la pluma de halcón que me coloqué a modo de maqueo de pantalón. Vamos, un sitio más de guiris. Entonces se no ocurrió la brillante idea de ir a visitar por nuestra cuenta una mezquita que se veía a lo lejos, xxxxx que es la más grande de todo India, sin caer en que esta parte de la ciudad es musulmana y que están de festival por el final del Ramadam. Pues ahí nos ves en medio del caos más absoluto que creo que he vivido, con gente por todos lados empujándose intentando avanzar. Coches, motos y bicis atrapadas en medio de todo ese barullo pitando sin parar…ufff pero esto no acaba aquí, preguntamos a un vendedor ambulante como podríamos llegar hasta la mezquita, que aún quedaba a tomar, y nos indica que el siguiente callejón a la derecha. Confiamos en el nuevo itinerario, pero nada más girar la esquina nos dimos cuenta de que no había sido una buena idea. El barrio cochambroso en el que habíamos pasado la noche era la quinta avenida de New York comparado con esto. Cientos de vagabundos por las callejulas, merodeadores raterillos, miedito,miedito… Así que decidimos abortar la misión ya que estábamos un poco cagaetes y cansados de estar con los 20 sentidos en alerta constantemente…


Angelete

1 comentario:

  1. Nene....

    Mucho cuidado y disfrutar a muerte pero mucho cuidado... que aun tienes que seguir partiendote rodillas conmigo jugando a futbol...

    Un abrazo...

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